“La paz no se regala, se construye”. Con estas palabras, Adolfo Pérez Esquivel, artista, educador e incansable defensor de los derechos humanos, inauguró la muestra “La revolución de la no-violencia” que se exhibe en el Museo Evita hasta el 29 de octubre.

“Hace 50 años que no exponía, algunos no estaban en este pícaro mundo. Pero ahora están y tenemos que construirlo con fe, con esperanza, con luchas”, dijo el Premio Nobel de la Paz en el acto de inauguración junto a su compañera Amanda Guerreña, Cristina Álvarez Rodríguez, presidenta del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Eva Perón-Museo Evita, Daniel Filmus, ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación; Marisa Graham, Defensora de los derechos de las niñas, niños y adolescentes; Carolina Mera y Patricia Funes, ex decana y ex vicedecana de la  Facultad de Ciencias Sociales de la UBA; representantes del Servicio de Paz y Justicia y de la Comisión Provincial por la Memoria; y algunos “rostros de amigos, de luchadores, luchadoras, compañeros y compañeras de caminada”, según describió el propio Pérez Esquivel.

La presidenta del INIHEP-Museo Evita alegó sentirse “tremendamente orgullosa de que en este momento histórico podamos visualizar esta obra y podamos reconocernos en esa identidad que es la identidad de Adolfo, que es la lucha inclaudicable por la paz, por la no violencia, por la construcción de un mundo más justo y que lo hagamos en esta casa de Evita, que tuvo esos ideales en su corazón y son los valores que todos los días desde aquí propagamos”.

Luego de las palabras, se realizó el performance “Santuario Cósmico” con la interpretación de Carina Resnisky con música de Amanda Guerreño. Se trata de una danza inspirada en los gestos de los personajes de la obra plástica de Adolfo expresando el microcosmos que constituye cada persona/máscara y su vínculo con el macrocosmos que configura la música de Amanda, que además es parte perenne de la muestra.

“La revolución de la no-violencia” es una mirada íntima y profunda a la trayectoria artística y activista de nuestro Premio Nobel de la Paz. Reúne obras en distintos formatos como óleos, grabados, acuarelas, fotografías y libros, que recorren una vida de luchas e invitan a explorar la profunda conexión entre la paz, la justicia y la resistencia activa, valores que Evita profesaba.

“Si tengo que hablar de una revolucionaria no violenta, es de Evita, porque ella no necesitó armas para trabajar junto a los más humildes y levantarlos. Yo soy uno de esos beneficiados por Evita”, agregó el artista emocionado mientras contaba que, gracias a Eva, su padre que era ciego consiguió su jubilación, mientras él trabajaba como canillita en “la república de la Boca”. Un par de obras de la muestra son el reflejo de esa época de su infancia.

En correspondencia con las obras y objetos que conforman la muestra, el artista dejó reflexiones necesarias la noche de inauguración: “Tenemos que ver nuestros errores para corregirnos.  Tenemos que construir y el arte para mí es parte de esta lucha. Es un mensaje que tenemos que compartir, compartir y compartir. El mensaje del arte que nos genera conciencia, crítica, valores… y compartir el pan con aquellos que le falta el pan y compartir la libertad. Porque no me resigno a un pueblo de esclavos. Tenemos que construir un pueblo de hombres y mujeres libres, y que nos miremos en esa diversidad”.

La revolución de la No-Violencia está organizada por el Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Eva Perón y la Asociación Museo Evita.

Se puede visitar hasta el 29 DE OCTUBRE, de martes a domingos, de 11 a 19 h, en Lafinur 2988, CABA.